La Empresa de Aseo de Cuenca (EMAC EP), del Municipio de Cuenca, colocará cuatro máquinas conocidas como PichayBot, en las parroquias rurales de Baños, Checa, Chiquintad y San Joaquín.
Esto se oficializó ayer en un convenio que firmó Dora Ordóñez, gerente de EMAC EP, con representantes de estos gobiernos parroquiales, la Universidad Católica de Cuenca (UCACUE) y la Empresa Electro Generadora del Austro (Elecaustro).
Ordóñez explicó que el objetivo de instalar estos equipos es promover el reciclaje, especialmente, de productos de plástico, para proteger el medio ambiente y cuidar las fuentes hídricas
Y es que la creciente producción y uso de este material amenaza con contaminar todo el planeta, especialmente, los mares, en donde se afecta gravemente a los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los pueblan.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año se producen más de 400.000.000 de toneladas (tl) de plástico en el mundo y sólo un 9% de los desperdicios producidos son reciclados.
De acuerdo con este mismo organismo internacional, el 79% de este tipo de basura se encuentra en vertederos o tirada en el medioambiente, y solo el 9% se recicla. El 12% se incinera.
Unos 70 países han establecido sanciones, prohibiciones o medidas restrictivas contra el plástico, y en el caso de Ecuador la ciudad de Cuenca y la provincia de Azuay tienen normativas que restringen el uso de fundas plásticas, por ejemplo.
A decir de Ordóñez, el proyecto de PichayBot, “ha tenido un impacto ciudadano magnífico. Además, con estas iniciativas beneficiamos a nuestros recicladores primarios…”, dijo.
Pedro Palacios, alcalde de Cuenca, quien participó en la firma del convenio, explicó que estos proyectos son parte del plan Cuenca amigable con el ambiente, que es uno de los ejes de la administración municipal.
A mediados de 2020 Diego Morales, concejal de Cuenca, junto con la empresa DELtrony, presentaron el primer y único Pichaybot que hasta ahora hay en esta urbe. Es un equipo electrónico que recibe botellas de plástico.
Fuente: El Mercurio
