Angélica Centeno tiene 89 años y presenta una neuralgia, dolor que afecta a los nervios de su rostro, cráneo y cuello, a tal punto que en forma constante siente entumecimiento y hormigueo.
La situación de la jubilada se complica aún más cuando cada mes viaja a Cuenca, cerca de 70 kilómetros, en busca de medicamentos. Ella asegura que estos son escasos en el dispensario médico del Seguro Social Campesino de Molleturo, parroquia del cantón Cuenca donde habita con su hija Rosa Carabajo.
“No hay medicinas, no sé a qué autoridad debemos acudir”, se lamenta Rosa.
Sonia Acevedo, presidente provincial de la Federación Única de Afiliados al Seguro Social Campesino (Feunassc), confirmó que más de la mitad de los 48 dispensarios médicos de la provincia se encuentran desabastecidos de medicamentos.
La lideresa asegura que “los últimos años han sido de lo peor. Carecemos de medicinas, personal operativo y desde luego infraestructura. No nos han atendido, pese a las marchas, solicitudes y mesas de diálogos”.
Precisó, además, que la situación es tal que, en diciembre de 2022, recibieron apenas cinco de los 123 ítems de fármacos. “Muchas veces no tienen ni siquiera Paracetamol, perjudicando así a afiliados y jubilados, entre ellos enfermos crónicos, quienes deben ir a comprar su medicina en farmacias privadas”, agregó.
También señaló que están en desacuerdo con la rotación de enfermeras y médicos en los dispensarios. “Merecemos una atención fija de lunes a viernes”, dijo.
Fuente: DMC
