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Debate social sobre reforma laboral se activa, sin hallar aún mayores consensos entre trabajadores y empleadores

El debate sobre las diversas opciones para mejorar la empleabilidad ha sido abierto. La Cámara de Comercio de Quito organizó cinco mesas de discusión denominadas Consenso por el Empleo, que concluyeron esta semana. Buscarán presentar en los próximos días sus resultados a la Presidencia de la República y a la Asamblea Nacional.

Mientras tanto, el ministro del Trabajo, Patricio Donoso, asegura que la Ley de Oportunidades Laborales ha sido sociabilizada entre ambos actores (empresarios y trabajadores) e incluso en la propia Asamblea y se han obtenido reacciones positivas en todos los frentes.

Sin embargo, las nuevas condiciones de contratación son entendidas de maneras opuestas. Un sector de trabajadores las mira como precarización, mientras que de la otra orilla, las empresas consideran que sería dar facilidades de contratación. Todo ello, mientras apenas tres de cada diez ecuatorianos en edad de trabajar tienen un empleo pleno, según las últimas encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

En todo caso, según Donoso, ha habido buenas reacciones desde los diversos sectores al explicarles que el Gobierno no está dispuesto a seguir haciendo lo mismo de siempre, sino aplicar acciones novedosas. Aclaró que el Código del Trabajo, que data de 1938, no va a ser topado, sino que se generará una ley complementaria que ayude a quienes no tienen trabajo.

Uno de los principales objetivos de la ley es que el emprendedor tenga más certidumbres y seguridad jurídica “para que pueda perder el miedo a crecer”, a invertir capital fresco, a reinvertir utilidades, e incorporar a nuevos trabajadores y abrir más sucursales. En general, dice, el concepto de la nueva ley es crear un ambiente más amigable entre el trabajador y el empleador. Trata de explicar el tema en una frase: “El buen trabajador se pone la camiseta de la empresa y el buen empresario se pone en los zapatos del trabajador”.

Agrega, adelantándose a posibles críticas, que la peor precarización que puede haber es el no tener empleo. Y si no, dice, sería bueno que se observara la situación de cientos de trabajadores informales en las calles 6 de Diciembre y Granados, que piden al menos unas horas de trabajo. La ley también apostará por permitir a los jóvenes tener horarios flexibles para laborar y estudiar.

Asegura que la idea es que haya facilidad de contratación, pero que los trabajadores tendrán derechos como sus décimos y afiliación a la Seguridad Social. El proceso continuará con la elaboración del articulado y luego con el envío, cuya fecha será decidida por el presidente Guillermo Lasso. Explicó que los insumos que han generado los diversos actores podrán ser entregados en la Asamblea para enriquecer a la ley.

Fuente: El Universo