Cuenca,  Cuenca Destacadas,  Destacadas

Cuenca es una ciudad para hacer películas

Cuando los realizadores de la película “Amor en tiempos de likes” la compartieron en un grupo focal para escuchar las primeras opiniones, las personas que la vieron pensaron que los ambientes en donde se desarrollaba la historia eran de México o Sevilla.

“Nunca pensaron que era Cuenca”, dijo entre risas Alejandro Lalaleo, el joven director que escribió, dirigió y estrenó su primera producción cinematográfica en la ciudad de Cuenca la noche del 14 de septiembre.

Aunque antes de iniciar con las grabaciones de Amor en tiempos de likes, Lalaleo, junto a los productores Diego Ulloa y Carolina Lozada, tenían una idea de que las locaciones que cuenta Cuenca eran aptas para su historia, no fue que aseguraron, sino hasta que las vieron en una pantalla grande, que Cuenca es una ciudad para rodar películas.

“En Cuenca hay cosas maravillosas para hacer cine. Tenemos locaciones que están muy cercanas. Es muy fácil pasar de un sector moderno a un sector colonial…Me decían la gente que vio la película que redescubrió Cuenca… A veces no levantamos la mirada para ver en el lugar que estamos”, dijo Lalaleo.  

Además de la arquitectura, para los productores, la gente de la ciudad se presta para que se desarrollen historias cinematográficas. Por ejemplo, la mayoría de los fondos que se usaron para producir la película provinieron de empresas privadas y públicas cuencanas.

Con todas esas características, a las que se sumó el elenco, se hizo la película que se espera que impulse todavía más el turismo de Cuenca.

“Es maravilloso ver a tu ciudad representada en la pantalla grande. Hicimos muchos esfuerzos para realmente coger las mejores locaciones de Cuenca, para plasmar lo que es la ciudad en esta película, y esperamos que lo disfruten como nosotros en la pantalla grande”, dijo Diego Ulloa.

Tras las grabaciones y la etapa de posproducción, ayer se estrenó en los cines ecuatorianos Amor en tiempos de likes, una película que narra cinco historias, cuya premisa “es cómo las redes sociales cambiaron todo, incluso el amor”.

Fuente: DMC