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Refugio para investigar la flora y fauna del Sígsig

En la comuna ancestral Moya Pinzhuma se construye el primer refugio comunitario del cantón Sígsig con fines de investigación, protección y conservación de la naturaleza. La iniciativa busca la defensa del bosque protector Moya-Molón, además de identificar las especies de flora y fauna existentes.

La comuna la integran dos localidades, ubicadas sobre los 3.200 metros de altura sobre el nivel del mar (m.s.n.m) en la parroquia Jima. Se trata de Moya y Pinzhuma que suman 3.600 hectáreas (ha.) de territorio que se ubican en su mayoría dentro del bosque protector que ocupa una área de 10.000 ha.

El proyecto surge en el 2021, cuando la comuna ancestral realiza una solicitud al GAD Provincial del Azuay con el propósito de que se prioricen actividades de conservación en la zona, entre estas, la construcción del refugio. La Prefectura analizó dicho pedido, se cumplió con los trámites administrativos correspondientes para suscribir un convenio con la población, donde se involucra también al Municipio de Sígsig y la Junta Parroquial de Jima. 

El refugio se construye con materiales como madera, ladrillo, teja, entre otros de carácter tradicional. Se constituirá por tres espacios: una sala principal tipo aula-taller, una área de servicios y otra almacenaje.

Los trabajos iniciaron a mediados de octubre del presente año con una inversión sobre los 27 mil dólares. Así lo detalló Juan Mosquera, responsable del área de calidad del Ambiente del GAD Provincial y administrador del proyecto, quien aspira que la obra concluya en diciembre, dependiendo de las condiciones climáticas.

El GAD Provincial contribuye con más de ocho mil dólares, el municipio con 10 mil, la junta parroquial con mil, y la comuna con seis mil dólares. El aporte de la población corresponde, especialmente a la mano de obra no calificada para levantar la infraestructura.  

Para Leandro Morocho, presidente de la comuna Moya Pinzhuma, el refugio se convertirá en una especie de “base de operaciones” para, desde aquí, emprender una serie de actividades de investigación, protección y conservación en el bosque, donde se ubican fuentes hídricas que alimentan al río Santa Bárbara. 

En la zona se evidencia la presencia de animales como osos de anteojos, pumas, tapires de montaña, venados de cola blanca, entre otras especies.  

Morocho agregó que la intención es también impulsar un proyecto turístico que beneficie a los integrantes de la comuna que bordean las 100 personas. “Tenemos muchos atractivos naturales, agua cristalina. Queremos que la gente vaya, nos visite”, aseveró.

Fuente: DMC