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Joven cuencana muere en el desierto de la frontera de EE.UU.

Leslie Cuzco Sibri, de apenas 23 años, falleció en la travesía hacia Estados Unidos. La joven cuencana, que radicaba en la parroquia Chiquintad, se convierte en la nueva víctima de la emigración indocumentada.

Los familiares señalan que la falta de oportunidades de trabajo llevaron a la joven a tomar la decisión de contactarse con coyoteros, pactar el viaje por 18.000 dólares y salir de Ecuador.

Leslie inició el trayecto el pasado 14 de julio. Desde Ecuador hacia El Salvador (América Central), la mayor parte de la ruta la realizó en avión y cuando se comunicaba con sus allegados les decía que todo iba muy bien.

Sin embargo, al cruzar el desierto ella fue víctima de la ola de calor que azota la frontera de Estados Unidos. No resistió y se desmayó, quedando abandonada; murió el último 23 de julio por efectos del intenso sol y deshidratación.

Anita Sibri, madre de la joven, relató que al recibir la noticia de la muerte de su hija se resistía a creer lo ocurrido. Finalmente, representantes de la Cancillería de Ecuador la buscaron para confirmar lo sucedido y le indicaron que la identidad había sido confirmada con las huellas dactilares.

Las autoridades informaron a la madre de familia que, Leslie fue encontrada al medio día del domingo 23 de julio en el desierto, la llevaron al hospital, pero ella solo sobrevivió pocos minutos.

La madre de familia recuerda que Leslie inició el viaje feliz, sonriente… La joven pidió a su madre la bendición en la casa, porque no quería que estén llorando en el aeropuerto.

Ahora, la progenitora menciona que: “ningún dinero vale la pena como para sacrificar la vida”.

Los familiares recuerdan a Leslie como una persona muy carismática, que en el año 2017 fue coronada como reina de la parroquia Chiquintad.

Existen dos formas de repatriar el cuerpo. Se debería cancelar un promedio de 10.000 dólares y el cadáver podría estar en 15 días en Ecuador. Caso contrario, sería de esperar un proceso largo de investigación y el cuerpo podría llegar entre dos a tres meses.

Ahora, la familia pide que el cuerpo sea repatriado lo más pronto para darle cristiana sepultura.

Los allegados señalan que nunca esperaron que pasara lago así, siempre escucharon que sus vecinos emigraban y llegaban a Norteamérica.

Hay que recordar que la parroquia Chiquintad se caracteriza por ser una de las zonas más marcadas en cuanto a la emigración, en la provincia del Azuay.

Fuente: Mercurio