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El periodismo ecuatoriano vive un escenario inédito de violencia

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Libertad de Expresión, las organizaciones que defienden este derecho señalan hechos de violencia que antes no habían enfrentado los periodistas en el país. Durante este año se dieron los dos primeros exilios de comunicadores, que salieron de Ecuador tras recibir amenazas contra sus vidas.

A lo anterior se suman las explosiones en las instalaciones de medios de comunicación que se las atribuyeron organizaciones delictivas.

Según los registros de Fundamedios, organización defensora de la libertad de expresión, el 2022 fue un año “letal para el periodismo ecuatoriano”. Ocurrieron 56 agresiones, que es la cifra más alta desde 2018. La mayoría de las amenazas vino de organizaciones delictivas o de personas relacionadas con actos de corrupción, que eran investigadas por los comunicadores. Además, solo en lo que va del 2023 se han registrado 96 agresiones, durante el pasado abril se reportaron 17 casos.

Para César Ricaurte, director de Fundamedios, lo más preocupante que ha sucedido en el último año es el asesinato de periodistas, lo cual no se había dado desde el 2018, cuando los tres miembros del equipo periodístico de El Comercio fueron asesinados en la frontera.

En 2022, ocurrieron los asesinatos de los periodistas Mike Cabrera, Gerardo Delgado y César Vivanco, cuyas muertes fueron violentas y se produjeron en circunstancias aún no esclarecidas. Además está el femicidio de Johanna Guayguacundo y la desaparición de Fernando León.

“Junto a un ambiente hostil de amenazas de muerte, son la prueba que la violencia que vive el país es estructural y que ha penetrado y apuntado todo a su paso. Sin embargo, no se puede considerar al periodismo como un daño colateral de la violencia en general. Pues no es un grupo afectado más, sino que se convierte en el blanco de los grupos delincuenciales. Es lo que hemos visto en Colombia y México”, afirmó Ricaurte.

Para Diana Romero, coordinadora de la Fundación Periodistas sin Cadenas, lo más preocupante de la situación actual es la escasa protección que han recibido los periodistas por parte del Estado. Ni siquiera se ha conformado el Comité para la Protección de Periodistas, que se estableció en las reformas a la Ley de Comunicación que fueron aprobadas el pasado diciembre, pero para el cual, según han aceptado las propias autoridades, no cuentan con presupuesto.

“De parte del Estado no hay una determinación real para protegernos. Hay desorden y falta de seriedad. La Ley establece la creación de un Comité, uno igual al que se estableció después del secuestro y asesinato de los periodistas de El Comercio, que nunca se activó. Este tipo de mecanismos se crean para evitar que hechos como estos vuelvan a ocurrir, pero no se toman en serio”, afirmó Romero. Quito.

Fuente: Universo