Tras un año y medio de idas y venidas, de presentación de documentos y propuestas, y de observaciones, se pospone, una vez más, la construcción de la nueva planta de aguas residuales en Guangarcucho.
La decisión de no continuar con el proceso de adjudicar el contrato, que debía dar el paso a la iniciación de los trabajos de la planta, se tomó porque las tres propuestas de construcción que se hicieron a Etapa no cumplieron con los términos de referencia establecidos.
Las tres ofertas llegaron el 15 de noviembre de 2021 por parte de Acciona Agua, Consorcio BA PTAR CUENCA, e Hidalgo & Hidalgo. Cada una de estas entidades propuso el monto y la manera en cómo iban a construir la planta de aguas residuales en Guangarcucho.
Para Etapa, de acuerdo a los análisis que se hicieron a las propuestas, la entidad que cumplía con los términos de referencia era el Consorcio BA PTAR CUENCA, tanto en la experiencia, como en el monto solicitado para la construcción: cerca de 63 millones de dólares.
Sin embargo, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y Banco Europeo de Inversiones (BEI), entidades financieras que aprobaron dos créditos para que Cuenca construya su nueva planta, objetaron la propuesta, y optaron por no avanzar con el proceso debido a que el director de proyecto que había propuesto el Consorcio BA PTAR CUENCA no cumplía con la experiencia solicitada.
“¿Cuál es el camino que se ha acordado con la CAF y el BEI? Rechazar las ofertas, cancelar el proceso, lo que no significa cancelar el financiamiento. El BEI sigue con el financiamiento con Etapa”, explicó Rubén Benítez, gerente de Etapa.
Con la cancelación del proceso, este deberá volver a repetirse, pero bajo otras condiciones que promuevan a una contratación eficaz de una empresa que pueda construir la planta en Cuenca.
Y para ello, dijo Benítez, deberán mejorarse las reglas que, para el proceso que se canceló, fueron confusas.
Se esperaba que, cuando se hizo la convocatoria a que empresas participen en la licitación para construir la planta, haya un gran número de oferentes. Y, sin embargo, solo hubo tres, que fueron rechazados luego de un largo proceso que deja a Cuenca sin iniciar la obra.
Para cambiar ese panorama, entre los cambios a considerarse en los término de referencia está: ya no buscar a empresas que hayan construido plantas de agua, sino convocar a aquellas que hayan construido, exclusivamente, plantas de aguas residuales.
También se prevé mejorar el alcance a otras empresas para que hagan las propuestas que se ajusten a los presupuestos que tiene Etapa para la construcción.
Para la construcción de la planta, Etapa firmó dos contratos de financiamiento con la CAF, por un monto de 34,12 millones de dólares, y con el BEI, por un monto de 34,10 millones.
En el caso del BEI, el contrato se firmó el 24 de enero de 2020. Dentro de las condiciones que se establecieron fue que, en un plazo de cuatro años, debía hacerse uso del crédito. Es decir, a Etapa le queda menos de un año para usar los recursos en la construcción de la planta.
Por otro lado, también se estableció que se genere una comisión por no utilizar el monto aprobado. Y, debido a que no ha empezado a construirse el proyecto, hasta la fecha, Etapa ha tenido que pagar 480,000 dólares porque todavía no usa el dinero.
Considerando el tiempo que tomó el proceso anterior, hay una gran probabilidad de que se tenga que hacer una prórroga del contrato de financiamiento con el BEI.
Hasta entonces, la gerencia actual de Etapa tratará de contar con los nuevos términos de referencia para que la administración del alcalde electo Cristian Zamora continúe con un proceso que se ha dilatado más de la cuenta.
Fuente: Mercurio