Un viaje de terror fue el que vivió una joven de 20 años: fue abusada sexualmente dentro de una unidad de transporte interprovincial que cubría la ruta Loja-Quito.
En la audiencia de juicio, la Fiscalía demostró que la noche del 2 de febrero de 2022, la víctima –de 20 años– tomó la unidad de transporte interprovincial a las 19:00. Ella viajaba a Quito junto al procesado, quien ocupaba el asiento contiguo.
Según el testimonio de la agraviada, Hilmo Constante M. M. le hizo la conversa y ella respondió por educación. Con el transcurrir de las horas la joven se quedó dormida, pero en medio de su somnolencia sintió que el brazo del acusado le rozaba el pecho.
Al principio –dijo– pensó que el tocamiento era involuntario. Más tarde sintió un leve rozamiento en la parte baja de una de sus piernas, lo que tampoco le pareció extraño, pues creyó que su propio pantalón era el que la topaba.
La situación se tornó incómoda ya entrada la madrugada. Según la víctima, el procesado puso una cobija que le cubría sus piernas y ahí fue cuando empezó a tocar la parte interna del muslo hasta llegar a sus partes íntimas.
Ella se levantó del asiento y fue hasta el puesto donde viajaba su hermana, a quien le contó lo ocurrido. El autobús llegó a la Terminal Terrestre de Quitumbe, donde las esperaba su madre, quien notó que su hija tenía los ojos hinchados de tanto llorar.
La mujer, tras enterarse de lo ocurrido, ubicó a Helmo Constante M. M. y le reclamó por lo ocurrido. Finalmente, la Policía llegó al sitio y aprehendió al involucrado, quien negaba tener responsabilidad en el abuso sexual.
Fiscalía obtuvo sentencia condenatoria con base en el artículo 170, inciso primero, del COIP, con la circunstancia agravante del artículo 48, numeral 2, por haberse perpetrado la infracción en un medio de transporte.
Fiscalía probó la responsabilidad de Hilmo Constante M. M. en el delito. Por eso, un Tribunal de Garantías Penales con sede en la parroquia de Quitumbe emitió sentencia condenatoria agravada de seis años y ocho meses.
Fuente: Comercio