A esta iniciativa se la ha denominado E-Cuenca y se trata de un plan para incentivar el uso de vehículos que operan con electricidad. Esto ayudará a que se deje de utilizar los que ahora funcionan a gasolina o diésel. Y es que estos combustibles son la principal fuente de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), que provocan el calentamiento global y que, a su vez, derivan en el cambio climático, que afecta gravemente al planeta Tierra.
Adrián Ortega es asesor técnico en electromovilidad en GIZ. Él explicó que hay una problemática global en movilidad por un abuso en el uso de automotores y de recursos no renovables, como los derivados del petróleo.
“A escala mundial, tenemos dos problemáticas: el uso del transporte está generando demasiadas emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y los fenómenos climáticos como inundaciones, sequías y otras. Esto es una realidad…”, señaló.
Pero Ortega advirtió que, además, el CO2 ocasiona graves problemas de salud en la población. “Lo malo es que no podemos cuantificar cuánto afecta, pero afecta muchísimo. A diario nos estamos enfermando…”.
El técnico refirió que la electromovilidad es una de las principales alternativas para mitigar los problemas ambientales. La GIZ espera que este plan esté terminado en el primer trimestre de 2023 para iniciar su implementación, que es a largo plazo: a 2030.
Entre las principales acciones están la implementación de buses y taxis eléctricos. Así también la incorporación de bicicletas que circulan con energía eléctrica. Esto tiene que ir a la par con la construcción de electrolineras.
Fuente: DMC
