Cuenca,  Cuenca Destacadas

El dolor de pacientes con enfermedades catastróficas y raras no es solo crónico

Angustia, mucho dolor y preocupación es lo sintió Maika Paredes cuando en abril fue diagnosticada con cáncer de seno. “El mundo se me vino encima”, es lo que pensó.

Ella cuenta que en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) le derivaron a una clínica privada, donde asegura que no recibió atención ni detección oportuna, que le habría ayudado a tomar otras acciones inmediatas.

Maika, quien es chef profesional, asegura que su historia es una de las innumerables que cada día se escribe a nivel nacional de personas con enfermedades catastróficas y raras.

Al recibir esta dura noticia, lo primero que pensó fue en sus dos pequeños hijos, quienes son su motivación para luchar cada día.

En estos siete meses ha aceptado su enfermedad y sus secuelas como la caída de su cabello y cejas. Hoy lleva una vida normal. “Es mi padecimiento y no tengo por qué ocultarlo”, cuenta Maika, próxima a cumplir 50 años.

Después de concluir los tratamientos de quimioterapias, se someterá a radioterapias. “Ahora estoy muy bien, tratándome en SOLCA gracias a un convenio con el IESS. Prácticamente desaparecieron los tumores y dolores”, acota la propietaria del restaurante a domicilio Mikuna Maika.

El dolor desapareció, pero no así su inconformidad con las autoridades. “Cuando una persona muera, lo único que dirán es: ¡Qué pena!”, reflexiona.

Maika, finalmente, cuenta que lleva 32 años aportando al IESS, por lo que cree que se debería dar la oportunidad de jubilarse anticipadamente a las personas que padecen este tipo de enfermedades.

Carolina Cantuña es otro ejemplo de lucha. El 2019 siempre estará en su mente porque ese año le diagnosticaron inmunodeficiencia primaria, un trastorno genético del sistema inmune. Vive en Quito, pero se hace tratar de su enfermedad en Cuenca.

También asegura que ha pasado penurias, ya que su tratamiento sustitutivo siempre ha sido “intermitente” al requerir un medicamento biológico de origen humano llamado inmunoglobulina de aplicación intravenosa, pese a que está en el cuadro básico de medicamentos.

Fuente: DMC