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Una ruta para conocer el trabajo de los alfareros de Cuenca

Palpar la arcilla, mirar los moldes, adentrarse a la intimidad de los alfareros y ser parte del proceso que conlleva la creación de una pieza de cerámica: esta es la propuesta de la Asociación de Ceramistas del Ecuador, cuyo objetivo es abrir los talleres de Cuenca para que propios y extraños conozcan el arte de darle forma a la tierra fina.

Para ello, la asociación creo una ruta compuesta por tres espacios que se mantienen bajo el trabajo artesanal y un espacio industrial. La idea es que las personas interesadas en vivir una experiencia distinta recorran los talleres y la industria y observen de cerca la labor que todavía mantienen de pie un grupo de artesanos de la ciudad.

Una primera experiencia ya la vivieron un poco más de una treintena de cuencanos y extranjeros en abril pasado, cuando la asociación realizó una primera convocatoria. La aceptación fue positiva, por lo que los organizadores optaron por armar un segundo recorrido para el próximo 23 de julio.  

“Lo que tratamos de hacer es generar espacios para exposición. Los ceramistas fueron golpeados por la pandemia, entonces queremos buscar reactivarlos. También se trata de rescatar el arte, que se comparta para que se mantenga”, dijo Javiera Vargas, coordinadora ejecutiva de la Asociación de Ceramistas del Ecuador.

Entre los talleres que abrieron sus puertas, y que volverán a recibir visitantes la próxima semana, están: el taller del icónico José Encalada, un alfarero que lleva más de medio siglo trabajando su arte en la Convención del 45; el taller del artista Pablo Cordero; y el estudio de la ceramista Cristina Quinde, quien estrenará un nuevo espacio en centro de Cuenca.

A los talleres de los artesanos se sumará Artesa, una industria cuencana con una larga trayectoria en la elaboración de piezas de cerámica.

Quienes participen tendrán la oportunidad de mirar y usar las máquinas, los moldes y sus manos para saber qué es lo que está detrás de aquellos objetos únicos que crean los artesanos de Cuenca.

“La gente cuando ve estos procesos se da cuenta del valor real de una figura, lo valora más. Y eso es lo que nos agrada mostrar porque de alguna manera la gente valora mejor el trabajo que uno hace”, opinó el alfarero Pablo Cordero.

Fuente: Ecuadorenvivo