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Pie Equino Varo, afección que se puede solucionar sin cirugías

El pie equino varo es una malformación congénita de esta parte del cuerpo humano, que presenta inclinación hacia abajo y adentro, así como rigidez, explica Christian Bravo, ortopedista infantil que presta sus servicios en el Hospital José Carrasco Arteaga (HJCA).

Cada 3 de junio alrededor del mundo se celebra el Día Mundial de dicha afección. “Queremos conmemorar esta fecha ofreciendo un tratamiento temprano a bajo costo para evitar una discapacidad posterior”, expresó.

Y, aunque todavía no se desconoce el origen o las causas del pie equino varo, lo fundamental es diagnosticar a tiempo y realizar el tratamiento durante las dos primeras semanas de vida. “Si tratamos a tiempo esta condición evitaremos tener niños con discapacidad, representando un gran ahorro para el Estado, que en estos casos generalmente contribuye con bonos de desarrollo…Con 400 dólares por cada paciente, tendremos niños sanos, por tal razón pienso que debería ser una política de salud pública”.

Método Ponseti

Hoy en día existe una técnica no quirúrgica conocida como el método Ponseti, que consiste en manipular y enyesar el pie del niño, sin dejar daños o secuelas a largo plazo, tales como cicatrices o dolores.

Los yesos deben ser colocados por un experto que conozca a profundidad la anatomía del pie, destaca Bravo. “Es muy importante saber dónde se hace la presión, para lo cual hay que ser un ortopedista infantil y certificarse, ya que las clínicas Ponseti supervisan nuestro trabajo desde Estados Unidos”.

Sus pacientes asisten cada viernes a la denominada “Clínica Ponseti”, misma que forma parte de un plan piloto del HJCA, en donde cada semana les colocan un yeso, desde el pie hasta el muslo. “Es una mal formación que se puede solucionar sin cirugías. Poco a poco vamos manipulando para corregir completamente el pie para que sea plantígrado”.

En total son cumplen entre 6 y 8 sesiones, dependiendo de la evolución de cada paciente. En la última se realiza una cirugía mínimamente invasiva para quitar el equino, que se realiza en el quirófano del HJCA, pero a futuro se piensa hacer en el mismo consultorio.

Una vez que el paciente sale de esta intervención se vuelve a enyesar durante la parte afectada durante tres semanas para luego colocar una férula que debe utilizarla solamente por las noches hasta los 4 o 5 años. “Si no se cumple este proceso se corre el riesgo de recidiva, es decir, puede regresar esta malformación porque los tendones y ligamentos se retraen”.

Fuente: El Mercurio