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En Cuenca no hay un catastro actualizado sobre las quebradas

A Cuenca le hace falta un catastro actualizado de todas las quebradas que tiene para conocer las condiciones en las que están y sus características, para así determinar el nivel de riesgo que representan para la población.

Y en esto coincidieron tres especialistas consultados por El Mercurio, para quienes es necesario hacer estimaciones respecto a las zonas que resultarían afectadas en caso de darse crecientes inusitadas.

Uno de ellos es Felipe Cisneros, ingeniero civil, experto en hidraúlica y director del Programa para el Manejo del Agua y del Suelo (PROMAS), de la Universidad de Cuenca, para quien tener un inventario de quebradas es una necesidad imperiosa.

Cisneros señaló que las principales quebradas que tiene Cuenca, que van hacia los cuatro ríos: Yanuncay, Tarqui, Tomebamba y Machángara, son: El Salado, Milchichig, Tres Marías (Guzho), El Muerto (Turi) y San Miguel de Putushi (Sayausí).

A criterio de Cisneros una de las de mayor riesgo es la de Milchichig, especialmente, porque a lo largo de esta, y principalmente, en la zona baja, se han construido viviendas, por lo que hay muchos asentamiento humanos.

Algo similar ocurre con la quebrada de El Salado, que baja de Baños y que, desde la avenida De Las Américas, está cerrada o embaulada. Esto lo hizo la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP).

En las quebradas de Tres Marías, El Muerto y San Miguel de Putushi, al igual que en las dos primeras, tampoco se ha respetado la distancia mínima de 15 metros (m) para la construcción de casas.

El PROMAS tiene un mapa de la delimitación hidrográfica de la microcuenca de los ríos Tarqui, Yanuncay, Tomebamba y Machángara. Esta es el área de drenaje, es decir donde se originan quebradas y riachuelos en las laderas y pendientes altas.

La del Tarqui tiene 477.42 kilómetros cuadrados (km²), la del Yanuncay 414.85; la del Tomebamba 326.67 y la del Machángara 332. En medio de estas hay dos cuencas falsas: la una de 47,3 y la segunda de 11,45.

Diagnóstico

Julio Campoverde, ingeniero en medio ambiente, detalló que en 2009 en Cuenca se hizo un estudio denominado como Diagnóstico de Quebradas de la ciudad de Cuenca, elaborado por una consultoría requerida por ETAPA EP.

Contempló parámetros como: condición del canal, alteración hidrológica, zona riparia, estabilidad margen, apariencia del agua, nutrientes, estanques, hábitat invertebrados, cobertura de bosque y presencia de estiércol.

Indicó que dentro de este diagnóstico, por ejemplo, en la parroquia San Joaquín se analizaron cinco quebradas: Tomebamba, Yanuncay (Talanguera) Chacallaico, San Joaquín y San Joaquín.

“Estos estudios si bien fueron importantes en su momento, ahora se necesita que sean actualizados porque las condiciones de estos cauces de agua han cambiado bastante…”, precisó.

Fuente: El Mercurio