La posibilidad de aplicar una cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19 es analizada por el Gobierno de Ecuador. La ministra de Salud, Ximena Garzón, señaló el 4 de enero de 2022 que sí tienen pensado seguir vacunando basados siempre en evidencia científica.
Según dijo Garzón, al momento existe la cantidad suficiente de vacunas y se seguirán adquiriendo las necesarias para continuar inmunizando a la población.
En el mundo, la aplicación de una cuarta dosis ya es una realidad. Israel es uno de los países que ya inició este proceso con el personal sanitario, adultos mayores de 60 años y pacientes con sistemas inmunitarios debilitados.
En Chile, las autoridades comenzarán a aplicar la cuarta dosis de la vacuna a finales de enero.
Esta dosis extra es un tema de debate. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó a los países que la administran y pidió “acabar con la desigualdad del año pasado”.
Según el principal de la OMS, a la velocidad actual, 109 países en el mundo no podrán cumplir la meta de tener al 70% de su población vacunada para mediados de 2022. Algunos países, dijo, ni siquiera han podido vacunar a sus trabajadores sanitarios.
Para el doctor Alberto Narváez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Central, el tema abre una discusión ética en el mundo porque se plantea que los países que la aplican están afectando a los que todavía no vacunan ni al 10% de la población.
Y ahí radica uno de los problemas porque van apareciendo nuevas variantes, como la Ómicron y la IHU, recientemente detectada por investigadores franceses. “Mientras el virus siga circulando masivamente, la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes es un hecho real”, dice.
En el caso de Ecuador, señala Narváez, se han aplicado más de 1 200 000 dosis de refuerzo, pero hay más de 2 200 000 personas que ya han cumplido los cinco meses de inmunización con la segunda dosis y, a su criterio, deberían recibir la tercera vacuna.
Para el galeno, ante el incremento de contagios, lo más importante es avanzar con la tercera dosis especialmente a adultos mayores que pueden enfermar gravemente y personas inmunodeprimidas.
Narváez también sugiere bajar el tiempo de espera para el refuerzo especialmente en lugares en donde hay alta transmisión. Actualmente, el Gobierno aplica la tercera vacuna a personas mayores de 50 años que hayan cumplido cinco meses tras el esquema completo. Mientras que, para los siguientes grupos etarios, según las autoridades, se cubrirán paulatinamente, debido al aumento de contagios de covid-19 y por la circulación de la variante Ómicron.
Fuente: El Comercio