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Afiliaciones de trabajadores domésticos son las que más cayeron en Ecuador

La crisis por el covid 19 puso en evidencia las deficiencias de los sistemas de protección social en América Latina y el Caribe, así lo señala el último reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe “Panorama de la protección social en América Latina y el Caribe: Avances y retrocesos ante la pandemia”, presentado este miércoles 20 de octubre del 2021, afirma que las personas más afectadas son esencialmente las mujeres en el empleo doméstico.

Según la OIT, las afiliaciones de trabajadores domésticos fueron las que más cayeron en el 2020. Estas reportan una disminución del 25% en el caso de Ecuador.

Luego siguen las afiliaciones de trabajadores del sector privado que en el país cayeron 12%. Mientras que la caída de las afiliaciones de servidores públicos fue de 3%.

El estudio señala que, antes de la pandemia, sólo el 56% de los habitantes de la región estaban cubiertos por algún tipo de protección social. Las afiliaciones, que dependen de las cotizaciones de los trabajadores y empleadores, incluían apenas 46% de los ocupados.

“La gran mayoría de la población ocupada no contaba con seguros de desempleo ni con otras maneras de compensar ingresos, en especial quienes estaban en la informalidad”, dijo Vinícius Pinheiro, director de la OIT para América Latina y el Caribe, al presentar el estudio.

El directivo señaló que la protección social es fundamental para la inclusión y cohesión social, la reducción de la pobreza y las desigualdades sociales, a la vez que facilita la transformación productiva y la mejora de la productividad.

El informe destaca que, como consecuencia de la crisis por el covid 19, se estima que las afiliaciones a la seguridad social registraron una baja de 7,9% en el número de afiliados, lo que significó un retroceso de casi una década.

Al mismo tiempo, en el último año y medio la emergencia sanitaria y sus consecuencias colocaron bajo una presión sin precedentes a los sistemas no contributivos, que dependen de recursos fiscales, y que fueron esenciales para amortiguar el impacto de la crisis.

Fuente: El Comercio