El primero de octubre de 1935 nació en la ciudad de Guayaquil el cantante más g rande que ha tenido Ecuador: Julio Jaramillo Laurido. Por ese motivo, en 1993, mediante decreto ejecutivo, el gobierno nacional declaró a ese día, como el Día del Pasillo Ecuatoriano para homenajear a los intérpretes, compositores y poetas que han aportado a este ritmo, enraizado en nuestra cultura.
La trilogía
Precisamente, los musicólogos estiman que para que exista un buen pasillo, debe haber los componentes esenciales: un magnífico interprete, un buen poeta y un excelso compositor.
Como ejemplo nombraremos a uno de los mejores pasillos ecuatorianos: Tu y Yo. Gravado por Julio Jaramillo, fue compuesto musicalmente por el músico académico, Francisco Paredes Herrera, con los poemas del Dr. Manuel Coello Noritz.
Hay otros como los compuestos por Nicolas Fiallos, interpretados por Claudio Vallejo y arreglados musicalmente por el músico Naldo Campos; o los de letra y música de Filemón Macías, como el Romance de la Tejedora Manabita.
Orígenes del pasillo
El pasillo tiene sus orígenes en el vals europeo y el fardo portugués. Fue introducido en el siglo XIX, llegando a Venezuela, México, Panamá y Colombia; pero donde se afincó fue en Ecuador.
Pronto se convirtió en la expresión musical de unión de ritmos serranos y costeños, y en la forma de identificar un justo medio, entre la alegría y la tristeza, -como nos gusta ser a los que nacimos en esta hermosa nación-.
Comenzó a ser interpretado en los salones de la clase alta para celebrar sus veladas artísticas y sociales; luego salió a la plaza. Las Bandas Musicales del Ejercito lo interpretaban en ocasiones de conmemoración especial. Más tarde llegó su “popularización” definitiva, al ser interpretado en las guitarras y a vos en cuello.
Pronto aparecieron los famosos dúos y tríos que solían dar serenatas o presentarse en las radioemisoras en vivo. Dignos representantes de esta época son Benítez y Valencia. Ellos gravaron un disco de larga duración con ritmos ecuatorianos que impactó mucho.
Con el auge del bolero, los duetos y tríos ecuatorianos, que interpretaban pasillos, adoptaron este formato. Entonces a las guitarras se sumó el requinto, apareciendo figuras como Julio Jaramillo y Rosalino Quinteros. A esta etapa se la conoce como la “bolerización del pasillo”.
Fuente: El Mercurio