El chileno fue invitado a tocar para un número reducido de asistentes en el Parque Histórico.
La noche del 14 de julio en el Parque Histórico estaba fresca, a las casi 21:00 se asomaban los 26 grados centígrados en una velada tranquila. Mesas, sillas, copas y platos armaban la cena para un selecto grupo que disfrutaría de la presentación del cantante chileno Alberto Plaza (59 años), gracias al centro comercial Village Plaza por un sorteo realizado. El ganador fue uno solo y tuvo la oportunidad de brindar este regalo a familiares y amigos.
Al rededor de las 21:35 Plaza y su guitarra se tomaron el escenario. Cuatro pantallas detrás de él decoraban el show y un juego de luces a los lados. Apenas salió a la tarima inició a cantar, luego de la primera intervención dijo: “Quiero agradecer por ser el primero en poder reactivar esto. Es mi primer concierto desde la pandemia”. Y también fue el primer artista internacional que recibió Ecuador para un concierto (aunque pequeño) en más de un año.
Además, agregó: “Patricia querida gracias por estar acá ” , se dirigió hacia la artista ecuatoriana Patricia González que constaba entre el público y resultaba ser hermana del ganador del sorteo, el mismo que se expresó contento y muy agradecido por la oportunidad.
Entre canciones el artista chileno conversaba un poco con el público, pero más que conversar explicaba su siguiente canción. Como con ‘Cuatro estaciones’, un tema que había escrito para su esposa, según dijo, y que creía no haberla tocado acá.
La noche transcurrió, la temperatura bajó aún más, sin embargo, los corazones estaban calientes, no sólo por el vino, o el té que pidió Plaza para calentarse la voz, sino por la voz de él que abrazaba como una manta. Fueron aproximadamente 10 canciones las que interpretó en una hora de show musical. ‘Milagro de abril’ llegó con la anécdota de haberse contactado con su hijo de 20 años 3 años antes de que naciera. Que él le dijo que llegaría en abril; así sucedió, nació un 16 de abril.
Poco a poco el público se fue animando y acompañándolo en los coros. Se escucharon las voces al unísono, en vivo, las manos estaban arriba en un momento. Era un concierto. Así que Alberto Plaza led io el gusto de vivir de nuevo la experiencia de una presentación en vivo a los asistentes, y ellos a su vez le dieron el placer al cantante de volver a escena. (E)
