Están dando sus últimos pasos en la selección argentina, pero aún tienen cosas que decir. Ángel Di María y Sergio Agüero, los laderos más fieles de Lionel Messi, quieren despedirse a lo grande.
Como Messi, Di María y Agüero tienen cuentas pendientes con el palmarés: llevan tres finales perdidas, dos de Copa América (Chile 2015 y EE.UU. 2016) y la del Mundial Brasil 2014 en el Maracaná, donde la Albiceleste quiere tomarse revancha el sábado ante el anfitrión y rival histórico.
La Pulga acumula otra frustración, Venezuela-2007, que no cargan su nuevo compañero en el Barcelona y el volante del PSG francés.
Messi, con 150 partidos, es el jugador que más veces vistió la casaca albiceleste, mientras que Di María jugó 110 encuentros (5º en la tabla histórica) y Agüero 100 (7º).
A la vez que se va acomodando el recambio en la Albiceleste con Lautaro Martínez, Rodrigo De Paul, Giovanni Lo Celso y Leandro Paredes, los históricos generalmente ingresan para sumar su experiencia cuando las papas queman.
Argentina suele anotar con frecuencia en la etapa inicial y luego opta por ceder el manejo del balón para refugiarse y salir de contragolpe, pero sufre porque la faz defensiva no es el fuerte del equipo de Lionel Scaloni.
El Fideo Di María saltó desde la banca el lunes al minuto 67 en la semifinal con Colombia, un momento muy difícil en el que Argentina estaba siendo acorralada.
Ingresó muy vital y con sus regates encontró los huecos necesarios para que la Albiceleste equilibrara el partido en Brasilia que luego ganó en la tanda de los penales.
Fuente: El Universo