Fue una mañana soleada pero vacía, así transcurrió la jornada de ayer en Cuenca con motivo de las restricciones establecidas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional y el decreto presidencial de estado de excepción.
Las rieles del tranvía estaban abandonadas y el transporte público era nulo. En las primeras horas de la mañana los taxis circularon en las calles y avenidas de la ciudad transportando a quienes, por estar en primera línea, necesitaban dirigirse a sus sitios de trabajo.
Uno de los taxistas que salió a trabajar fue Rómulo Ochoa. “Solo estamos cogiendo carreras por llamadas y por la aplicación” comentó el chofer mientras circulaba por la Avenida de las Américas de camino al Parque Industrial, llevaba como pasajero a un guardia de seguridad.
Conforme pasaron las horas el tránsito fue decayendo, no así los controles que se instalaron en varios puntos de la ciudad.
A pocos metros del redondel de la Feria Libre, bajo un fuerte sol, agentes civiles de la Empresa de Movilidad, Tránsito y Transporte (EMOV) compartían controles con elementos de la Policía Nacional para revisar que nadie incumpla el toque de queda continuo que inició a las 20:00 del viernes y finaliza mañana a las 05:00.
Fuente: El Mercurio