El arribo de las primeras vacunas contra el COVID-19 a Cuenca, en la provincia de Azuay, genera a su vez expectativa y escepticismo.
Los primeros beneficiarios dentro de este plan piloto o inicial serán 108 médicos del hospital público Vicente Corral Moscoso, según lo anunciado este miércoles 20 por el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos.
Médicos y ciudadanos consultados por este Diario consideran que falta más información sobre los puntos de vacunación, los beneficiarios e incluso el número de dosis.
José Pazmiño, presidente del Colegio de Médicos de Azuay, contó que como profesionales y ciudadanos están “entusiastas por el arribo” de las primeras vacunas, pero que eso no les impide exponer un defecto, pues con este primer lote no se cubre a un grupo grande o representativo de la población, dijo.
“No hemos escuchado nada real del Gobierno, nos dicen que tienen 10.000 puestos para vacunar, pero no nos dan a entender dónde están o quiénes son. La falta de información es lo que molesta a los médicos y a la ciudadanía”, afirmó Pazmiño.
Coincide en que los primeros beneficiarios deben ser los que están en la primera línea de atención, pero no solo pensar en los médicos y enfermeros, sino también en personal de administración y hasta los guardias de seguridad, porque todos forman parte de la red pública.
También cree que se debería priorizar a quienes trabajan en clínicas particulares porque ellos forman parte de la red complementaria.
Fuente: El Universo.
