Los gatos actualmente representan una amenaza para la fauna australiana, sin embargo existe gran polémica debido a los planes que existen para reducir su población de felinos, se indica en una publicación de National Geographic.
Australia empezó hace 140 millones de años una separación definitiva del supercontinente Gondwana, aislando a la flora y fauna subcontinental. Esto, sumado al clima y la geología peculiar de la isla, causó el desarrollo de especies únicas y un alto nivel de endemismo único en el mundo.
En la actualidad, cientos de especies australianas se enfrentan al peligro de extinción debido al cambio climático, los incendios forestales, pero principalmente, por la introducción de especies invasoras, especialmente los gatos.
20 millones de gatos ferales
El 1788 llegaron los gatos a Australia con los primeros navíos de ingleses que desembarcaron en Sydney con intenciones colonizadoras. En los siguientes cincuenta años, esta especie se introdujo en distintas latitudes con otros desembarcos consecutivos con la misma intención. A partir de ahí, su multiplicación por el territorio ha puesto en peligro la vida salvaje australiana.
Estos felinos no son las mascotas más populares en Australia, no obstante, si están siendo rastreados con microchip, castrados y se mantengan dentro de casa, evitando la caza exterior, son muy bien aceptados.
Fuente: El Universo